«No hubiera sido posible llevar a cabo tan rápidamente la resolución respecto a «la solución final del problema judío» sin la colaboración de los ferrocarriles del Reich.«

El mapa muestra una sinopsis de todas las líneas férreas y las ciudades desde las cuales, entre marzo de 1942 y noviembre de 1944, se realizaron las deportaciones a Auschwitz.
Los transportes se realizaban principalmente en vagones de mercancías totalmente abarrotados. Durante el viaje los deportados no recibían ni comidas ni bebidas. Las condiciones higiénicas eran catastróficas (en lugar de un baño había una cubeta).
Muchas personas morían ya en el transporte. Sin embargo, los cadáveres no eran retirados de los vagones hasta que el tren llegaba a su punto de destino.
Un vagón de ganado con alambrada de púas en la ventana, muy a menudo hasta carecían de ventanas. Las personas, obligadas por las SS, acababan apretujadas como animales en los vagones de mercancías, muchas morían de agotamiento ya durante el transporte. Maletas de las víctimas judías que desconocían el destino que les esperaba. (Museo Auschwitz)
A su llegada, las puertas de los vagones eran abiertas bruscamente y a las personas, a gritos, se las obligaba a salir. También se las obligaba a dejar su equipaje en los vagones, que más tarde era recogido por los presos para ser llevado al campo Kanada.