Eran las 2:30 horas del día 8 de diciembre de 1941, el mando de los Estados Unidos en Filipinas era informado del ataque japonés en Peral Harbor. Los americanos estaban en medio de una gran confusión, se decía que los B17 estacionados en Filipinas iban a atacar de inmediato a los japoneses como replica al ataque nipón.
Sin embargo los que atacaron fueron los japoneses, los aviones nipones llegaron en vuelo rasante ametrallando a los B17 y P40 que estaban en tierra. En aquel primer día de batalla la mayoría de los aviones americanos quedaron fuera de servicio. Con esto los japoneses disponían de un dominio aéreo aplastante en la zona.
Los japoneses disponían de unos 500 aviones 190 eran del ejercito y el resto de la marina, la principal base aérea japonesa estaba en Formosa Como los japoneses tenían una superioridad absoluta, se decidió que los últimos B17 huyeran a Australia.
El día 17 la tan cacareada flota asiática del almirante Hart también se retiro dejando tan solo a 29 submarinos en la zona.
La situación en tierra era distinta, aunque MacArthur quería proteger todo Filipinas el grueso de sus hombres unos 31.000 americanos y (scouts filipinos) estaban cerca de Manila. Estos 31.000 soldados eran los más eficientes y mejor equipados.
Para proteger el litoral había 110.000 soldados filipinos pobremente equipados y mal instruidos. Esto significo que los nipones tuvieran poca oposición cuando desembarcaron.
Los soldados japoneses destinados a tomar filipinas eran las del 14 ejercito al mando del general Homma que contaba con 57.000 hombres, sobre el papel no parecía un gran numero pero eran hombres de primer nivel, además contaban con un apoyo aéreo constante. Se invadieron pequeñas islas cercanas para instalar aeródromos más próximos a la batalla.
El día 10 de diciembre los nipones capturaron la isla de Camiguin, al norte de Luzón. También, el día 10 de diciembre desembarcaron en el norte en Vigan y Aparri.
El día 12 los japoneses también capturaron la isla de Legazpi al sudeste de Luzón.
Todos estos “picotazos” prepararon el camino para la operación principal (22 de diciembre) que tuvo lugar en el golfo de Lingayen situado a unos 200 kilómetros al norte de Manila. En total desembarcaron 43.000 hombres, otros 7000 desembarcaron el día 24 en la bahía de Lamon.
Las fuerzas filipinas se desmoronaron rápidamente bisoñas e inexpertas empezaron a retroceder, los japoneses utilizaron carros de combate y los americanos casi no enviaron refuerzos a los filipinos, los desembarcos apenas les costaron 2000 bajas a los japoneses.
MacArthur comprendió que el avance nipón era imparable así que decidió retirar sus hombres hacia la península de Bataán. La decisión fue prematura, pero todo se debió a un tremendo fallo del servicio de inteligencia norteamericano que calculaba, que los japoneses tenían 100.000 hombres. El día 26 de diciembre Manila fue declarada ciudad abierta.
Los norteamericanos se retiraron a Bataán y formaron la defensa el día 6 de enero de 1942. Aquí empezaron los problemas, había quedar de comer a un total de 100.000 personas entre soldados y población que había huido. Además la península era en extremo palúdica y los hombres empezaron a enfermar rápidamente. Los japoneses atacaron pero eran rechazados. Tras un mes de lucha los japoneses empezaron a aflojar la presión el motivo era que los nipones también sufrían una tremenda plaga de malaria y tenían unos 10.000 hombres enfermos. Además, muchas de sus tropas habían sido derivadas a las Indias orientales holandesas.
En marzo solo 4000 japoneses defendían sus líneas frente a los americanos, pero estos no lo sabían además la moral se vino abajo cuando MacArthur se fue a Australia el día 10 del mismo mes.
Era evidente que los hombres de Bataán estaban abandonados a su suerte y ellos los sabían aunque seguían resistiendo sobre todo a la enfermedad y el hambre.
Los japoneses empezaron a recibir refuerzos a finales de marzo. Llegaron a la zona 22.000 soldados y varias baterías de cañones, también se reforzó el contingente aéreo.
El 3 de abril los nipones atacaron furiosamente y las fuerzas americanas y filipinas empezaron a retroceder hacia el sur de la península hasta que día 9 de Abril el general americano King al mando rindió sus tropas a los japoneses para evitar una matanza innecesaria (posteriormente miles de norteamericanos y filipinos morirían al ser obligados a marchar a pie a los campos de prisioneros)
Una vez vencida la resistencia de Bataán los japoneses se dirigieron a la isla fortificada de Corregidor. La isla y sus islotes cercanos estaban protegidos por 15.000 soldados. Pero Corregidor tenia un gran problema para su defensa, y es que la isla esta situada tan solo a 2 millas de la costa. Los japoneses bombardearon Corregidor desde tierra y desde el aire. El bombardeo duro semanas y semanas, y el deposito de agua de la isla fue destruido. Finalmente el día 5 de mayo cruzaron el estrecho 2000 soldados japoneses. Cuando los nipones pusieron el pie en Corregidor fueron atacados furiosamente por los defensores de la isla, los japoneses sufrieron mas de 1000 bajas. Pero finalmente la llegada de carros de combate japoneses desequilibro la balanza. El día 6 de mayo el general norteamericano Wainwreight, envió un mensaje radiado a sus hombres para que dejaran de luchar en vano.
El general Homma se negó a aceptar la rendición local de Corregidor ya que muchos norteamericanos seguían luchando en guerrilla en lugares remotos de Filipinas y los japoneses querían una rendición incondicional. El general Wainwreight logro poderes especiales para la rendición total y sus hombres finalmente se convirtieron en prisioneros.
Las luchas esporádicas en Filipinas cesaron finalmente el 9 de junio. Los filipinos habían perdido un total de 110.000 hombres entre muertos heridos y prisioneros, sus aliados americanos perdieron 30.000 hombres por las mismas circunstancias. Los japoneses a cambio de este éxito apenas sufrieron 12.000 bajas en batalla.
¡Saludos a todos!
Jurgen Stroop 27 noviembre 2004