Según el diseño y los materiales con las que se montan, las bombas atómicas pueden ser de varios tipos, aquí les explicamos los más comunes.
Bombas de fisión nuclear
Explosión nuclear en Nagasaki (9 de agosto de 1945). Foto tomada desde uno de los B-29 que efectuaron el ataque.
Las bombas de fisión basan su funcionamiento en la escisión de un núcleo pesado en elementos más ligeros mediante el bombardeo de neutrones que, al impactar en dicho material, desencadenan una reacción nuclear en cadena. Para que esto suceda hace falta usar núcleos fisibles o físiles como el uranio-235 o el plutonio-239. Según el mecanismo y el material usado se conocen dos métodos distintos para generar una explosión nuclear. Son los siguientes:
Bomba de Uranio
En este caso, a una masa de uranio llamada subcrítica se le añade una cantidad del mismo material para conseguir una masa crítica que comienza a fisionar por sí misma. Al mismo tiempo se le añaden otros elementos que potencian la creación de neutrones libres que aceleran la reacción en cadena.
Bomba de Plutonio
Para el arma de plutonio, más moderna y de diseño más complicado, se rodea la masa fisionable de explosivos convencionales especialmente diseñados para comprimir el plutonio, de forma que una bola de plutonio del tamaño de una pelota de tenis se convierte casi al instante en el equivalente a una canica, aumentando increíblemente la densidad del material que entra instantáneamente en una reacción en cadena de fisión nuclear descontrolada, provocando la explosión y la destrucción total dentro de un perímetro limitado.
Bombas de fusión nuclear
Detonación atmosférica de la bomba del Zar con más de 50MT de rendimiento. Este es el artefacto nuclear más potente jamás detonado. El diseño original hubiese permitido alcanzar la increible potencia de 100MT pero fue limitada para la realización de la prueba.En cambio, las bombas de fusión consisten en la fusión de núcleos ligeros (isótopos del hidrógeno) en núcleos más pesados.
La bomba de hidrógeno, bomba nuclear de fusión o bomba termonuclear se basa en la obtención de la energía desprendida al fusionarse dos núcleos atómicos, en lugar de la fisión de los mismos.
La energía se desprende al fusionarse los núcleos de deuterio (H21) y de tritio (H31), dos isótopos del hidrógeno, para dar un núcleo de helio. La reacción en cadena se propaga por los neutrones de alta energía desprendidos en la reacción.
Para iniciar este tipo de reacción en cadena es necesario un gran aporte de energía, por lo que todas las bombas de fusión contienen un elemento llamado iniciador o primario, que no es sino una bomba de fisión. A los elementos que componen la parte fusionable (deuterio, tritio, etc) se le conoce como secundario.
La primera bomba de este tipo se hizo estallar en Eniwetok (atolón de las Islas Marshall) el 1 de marzo de 1954 con marcados efectos en la ecología de la region.
Bombas de Fisión-fusión-fisión
Otro tipo de arma nuclear son la bombas de «fisión-fusión-fisión», que se basan en el principio de que la reacción de fusión puede incrementar al mismo tiempo la fisión de otros átomos pesados recubriendo el dispositivo nuclear con estos. El nombre de fisíon-fusión-fisión describe los pasos que sigue la bomba para estallar. Primero, como en toda bomba-H existe una reacción cebadora de fisión que induce la fusión del hidrógeno. La novedad está en que una vez iniciada la reacción de fusión esta provoca la fisión de una tercera capa de material que de otra manera sería imposible fisionar, por ejemplo uranio-238 u otros átomos menos pesados.
Lo que ocurre es que el aluvión de neutrones generado por la explosión termonuclear impacta de lleno en la cubierta físil provocando la fisión de esta con un rendimiento superior al de una reacción de fisión normal. Ésta es una manera relativamente barata de incrementar el rendimiento de los dispositivos termonucleares pero que también tiene nefastas consecuencias. El motivo de esto es que con la fisión de la capa externa se producen muchos átomos pesados radioactivos que además se extienden por una vasta área tras la explosión. Así la radioactividad de estas bombas es la mayor de todas. Por ello también se suelen llamar bombas nucleares «sucias». Que no hay que confundir con las bombas convencionales «sucias» descritas más abajo y que poco tienen que ver con las armas nucleares.
A través del diseño de las armas nucleares también es posible dirigir la potencia del arma para hacerla más efectiva en función de los objetivos de la misma; de este modo, existen armas diseñadas con el objeto de provocar una devastación menos extendida pero más intensa en el área de la explosión, o todo lo contrario, con el fin de extender al máximo las consecuencias perniciosas de la explosión.
Bombas de neutrones
La bomba de neutrones, también llamada bomba N, bomba de radiación directa incrementada o bomba de radiación forzada es un arma nuclear derivada de la bomba H que los Estados Unidos comenzaron a desplegar a finales de los años 70. En las bombas H normalmente el 50% de la energía liberada se obtiene por fisión nuclear y el otro 50% por fusión. En la bomba de neutrones se consigue hacer descender el porcentaje de energía obtenida por fusión a menos del 50%, e incluso se ha llegado a hacerlo de cerca del 5%.
En consecuencia se obtiene una bomba que para una determinada magnitud de onda expansiva y pulso térmico produce una proporción de radiaciones ionizantes, (radiactividad) hasta 7 veces mayor que las de una bomba H, fundamentalmente rayos X y gamma de alta penetración. En segundo lugar, buena parte esta radiactividad es de mucha menor duración (menos de 48 horas) de la que sería esperar de una bomba de fisión.
Las consecuencias prácticas son que al detonar una bomba N se produce poca destrucción de estructuras y edificios, pero mucha afectación y muerte de los seres vivos, (tanto personas como animales), incluso aunque estos se encuentren dentro de vehículos o instalaciones blindados o acorazados. Por esto se ha incluido a estas bombas en la categoría de armas tácticas, pues permite la continuación de operaciones militares en el área por parte de unidades dotadas de protección ABQ.
Bombas «sucias»
Una bomba sucia es el término para denominar a un artefacto formado por un explosivo convencional y por una cierta cantidad de material radioactivo. Cuando éste estalla esparce dicho material por una vasta zona que dependerá de las condiciones atmosféricas, de la potencia del explosivo y del material radioactivo empleado.
Una bomba sucia con la suficiente potencia podría llegar a contaminar una ciudad durante décadas disparando los casos de cáncer y malformaciones congénitas. Por su facilidad de fabricación, su relativo bajo costo y su potencialidad dañina muchos países han tomado medidas ante posibles atáques terroristas con ese tipo de armas. Las reparaciones en la zona afectada comprenderían derruir los edificios y remover la tierra contaminada. Si la zona es extensa el coste de una limpieza completa sería difícil de calcular. El daño de las bombas sucias no solo reside en la radioactividad que esparcen sinó también en el efecto que tiene la absorción de dichas sustancias por el organismo ya que son metales pesados.
Recientemente, desde diversos estados se ha alertado del posible uso de materiales radioactivos de desecho para contaminar zonas pobladas mediante la ayuda de explosivos convencionales. Muchas veces se las confunde con bombas nucleares cuando en realidad no tienen nada que ver unas con otras. Son las «bombas sucias», consistentes es la expansión mediante una explosión convencional de material radiactivo sobre una área de terreno con el fin de provocar daños a la salud de las personas e impedir la habitabilidad de un territorio. Se teme que haya grupos terroristas dispuestos a usar este tipo de armas, más asequibles que las verdaderas armas nucleares por su diseño mucho más sencillo, aunque con un elevado daño potencial para las víctimas que la sufran. Este tipo de artefacto no se puede calificar, sin embargo, como bomba nuclear ya que no hace uso de reacción nuclear alguna. Lo único que tienen en común las bombas sucias y las nucleares es el uso de elementos radioactivos en su dispositivo.