Declaración de Teherán:
En diciembre de 1943, dos meses después de la declaración de las cuatro potencias, Roosevelt, Stalin y Churchill, reunidos en Teherán, capital de Irán, declararon haber encontrado los medios para hallar la victoria final.
Así, declararon:
«…estamos seguros que nuestra concordia logrará una paz duradera. Reconocemos la responsabilidad suprema que recae sobre nosotros y todas las Naciones Unidas de lograr una paz que consiga la buena voluntad de la mayoría de los pueblos del mundo y de poner fin al flagelo y terror de la guerra durante muchas generaciones siguientes”.
«Buscaremos la cooperación y participación activa de todas las naciones, grandes y pequeñas, cuyos pueblos, estén dedicados por completo a la eliminación de la tiranía y la esclavitud, la opresión y la intolerancia. Les daremos la bienvenida a medida que decidan integrarse a la familia mundial de las naciones democráticas.»
Acuerdo de Yalta:
En febrero de 1945 Churchill, Roosevelt y Stalin volvieron a reunirse en Yalta, Unión Soviética.
En esta reunión declararon que:
«Hemos resuelto el establecimiento más rápido posible con nuestros aliados de una organización general internacional para mantener la paz y la seguridad. Creemos que esto es esencial para prevenir la agresión y para evitar las causas políticas, económicas y sociales de guerra a través de una estrecha y continua colaboración de todos los pueblos que buscan la paz.”
«Hemos acordado que se celebre una Conferencia de las Naciones Unidas el 25 de abril de 1945 en San Francisco, Estados Unidos, para preparar la Carta de esa organización, de acuerdo con las normas propuestas en las conversaciones de Dumbarton Oaks».
Informaron que los gobiernos de China y Francia serían inmediatamente informados e invitados a patrocinar las invitaciones a la Conferencia, como ya lo hacían los Estados Unidos, la Unión Soviética y el Reino Unido.
China aceptó el patrocinio, mientras que Francia sólo participó en la conferencia.
Las invitaciones a la Conferencia se enviaron el 5 de marzo de 1945 a todas las naciones que habían declarado la guerra a Alemania y el Japón antes del 10 de marzo de 1945 y, además, habían firmado la Declaración de las Naciones Unidas.