Características técnicas del Gewehr 43 alemán
Especificaciones técnicas:
HISTORIA
El Gewehr 43 fué un apreciado y el único fusil semiautomático alemán de la Segunda Guerra Mundial que fue producido en grandes cantidades (unas 500.000 unidades).
Nació como respuesta al Tokarev SVT40 (en dotación en el Ejército Rojo) del que se copió el sistema de recuperación de los gases.
El 22 de junio de 1941, comenzó la Operación Barbarroja, desde el Báltico hasta el Mar Negro, las Divisiones de la Wehrmacht se enfrentaron a las unidades del Ejército Rojo, aplicando con éxito la técnica de la Guerra relámpago, que ya había desbaratado los ejércitos de Polonia en 1939 y de Bélgica, Holanda y Francia en 1940.
Al comienzo de esta Operación, el armamento básico de la infantería alemana estaba formado por fusiles de obturador manual y movimiento giratorio-corredero Mauser Kar 98k, por subfusiles MP38 y MP40, entregadas en dotación a los suboficiales, y ametralladoras MG-34.
Los técnicos soviéticos y más tarde los alemanes, llegaron a la conclusión de que ese tipo de fusiles, aun siendo más precisos que los semiautomáticos, resultaban menos eficaces a la hora de repetir rápidamente el disparo, ya que había que abandonar la posición de tiro para accionar manualmente el obturador, expulsar el casquillo y cargar un nuevo cartucho.
En 1936, en la Unión Soviética se distribuyeron a las tropas los primeros fusiles semiautomáticos de recuperación de gas (los Simonov AVS36), a los que siguieron, en 1938 y en 1940, versiones cada vez más perfecionadas proyectadas por Tokarev. En Alemania, sin embargo, los trabajos fueron más lentos y sólo en 1940, tres empresas, Carl Walther, Mauser y Krieghoff, recibieron de la Oficina para el Armamento del Ejército (HWaA) la petición de presentar fusiles de funcionamiento semiautomático.
Las empresas Walther y Mauser respondieron inmediatamente, desempolvando los proyectos elaborados a mediados de los Años 30, mientras que Krieghoff (desarrollando su versión del FG42 para los paracaidistas en contra de la Rheinmetall, que al final fué la que venció), renunció a participar en la competición.
En el transcurso del año se produjeron varios miles de ejemplares de este fusil, conocido como Gewehr 41 (M) y Gewehr 41 (W), que fueron rápidamente distribuidos a las tropas que se encontraban en el frente oriental. Ambos modelos de arma funcionaban según el principio de la sustracción de los gases, los cuales se recogían en el arma y accionaban un pistón coaxial colocado en el cañón. Este sistema derivado del estudiado por un danés, en los primeros años del siglo, se reveló como demasiado delicado y difícil de limpiar, por lo que, después de una producción piloto de unos cuantos millares de ejemplares (unos 70.000 del modelo Walther y 10.000 del Mauser); ambos fusiles, en cuanto apareció otro más moderno, fueron retirados y distribuidos a las tropas de segunda línea.
De los dos modelos, el de Walther fue considerado mejor: especialmente el obturador (derivado del que se utilizó en la ametralladora soviética Degtyarev), era robusto y capaz de soportar sin problemas las presiones ejercidas por el potente cartucho de ordenanza alemán del calibre 7,92×57.
La necesidad de disponer de un fusil semiautomático se fue haciendo cada vez más urgente. Después de los primeros éxitos de la campaña de Rusia, las tropas alemanas se encontraron rápidamente con la necesidad de tener que repeler las continuas contraofensivas soviéticas. Incluso la relación numérica fue siempre en desventaja para los alemanes; sólo el aumento del volumen de fuego podía contener el ímpetu de los soldados del Ejército Rojo, que disponían de ametralladoras MG-42 con la respetable velocidad de disparo de 1200 dpm. mientras que los alemanes, en espera de recibir un gran número de pistolas ametralladoras, usaban de forma transitoria los Gewehr 43.
Durante los primeros meses de la guerra, las tropas del Tercer Reich se hicieron con abundante material bélico, la atención de los expertos alemanes, se dirigió hacia los fusiles semiautomáticos modelo Tokarev 1940, armas robustas de recuperación de gas distribuidas en grandes cantidades entre los militares rusos, utilizados incluso en tiro de precisión, especialidad en al que los soviéticos eran verdaderos maestros.
Combinando el sistema de recuperación de los gases y el cargador de paquete extraible de la parte baja del Tokarev 1940, el obturador del Gewehr 41 (W) fué finalmente presentado y adoptado el 30 de abril de 1943, el Gewehr 43, primer fusil semiautomático realmente moderno y funcional producido en Alemania.
Fué distribuido en grandes cantidades a partir de los últimos meses de 1943, principalmente a las tropas implicadas en Rusia (presente en todos los frentes, equipada con óptica de tiro), el Gewehr 43 era un fusil más fácil de realizar que sus predecesores, tanto que en 1944 se entregaron 324.000 ejemplares.
Muchos componentes se fabricaban en pequeños talleres subcontratados y la terminación exterior dejaba mucho que desear (la parte mecánica estaba muy bien terminada, por lo que el arma resultó muy fiable a pesar de su aspecto un poco basto). La culata era de láminas de madera, y hacia el final de la guerra, el guardamanos se realizó en plástico.
Funcionamiento
El arma funciona por recuperación de gas, absorvido y recogido en un cilindro que pasa por encima del cañón. El sistema de cierre, basado en un obturador dotado de dos aletas móviles, constituye probablemente el elemento mecánico más interesante del arma. Después de que los gases del disparo accionan el pistón, éste actúa sobre la palanca de montar empujandola hacia atrás de forma que transmita su movimiento al portaobturador, el cual, a su vez, después de realizar un breve recorrido hacia atrás (unos 5 mm.), golpea contra un saliente del percutor que, al moverse hacia atrás desbloquea las dos aletas de cierre lateral situadas en dos cavidades que hay en la carcasa.
En este momento, el obturador está libre para retirarse y engancharse al portaobturador, realizando las operaciones de expulsión de la vaina y recarga de un nuevo cartucho.
En cuanto el conjunto potaobturador-obturador vuelve hacia adelante, el muelle de recuperación empuja el percutor de forma que, con su apéndice posterior, empuja hacia afuera las dos aletas móviles realizando el cierre del arma. Sólo al llegar a este punto se engancha el gatillo a la cadena de disparo.
La alimentación se realiza mediante un cargador de paquete extraíble con capacidad para 10 cartuchos, el cual puede ser cargado mediante las plataformas de 5 cartuchos (Kar98k), sin que sea necesario quitar el cargador del arma.
Una vez que se ha completado el cierre, tirando del gatillo se produce el disparo, a menos que no se haya colocado el seguro de manilla de la parte posterior de la carcasa. Al tirar del gatillo, el martillo se suelta del diente de disparo y se abate contra el percutor, provocando la detonación de la pólvora y el consiguiente avance de la bala a lo largo del cañón del arma.
El proyectil, a mitad del recorrido por dentro del cañón supera el orificio de toma de gases colocado en al parte de arriba, por medio del cual expande una cierta cantidad de los gases provocados por la combustión de la pólvora, los cuales empujan hacia atrás la palanca de montar que, a su vez, golpea con fuerza el portaobturador transmitiéndole la energía cinética.
Al terminar el recorrido de retroceso, el obturador, junto al resto de piezas, comienza a avanzar repitiendo el ciclo de disparo. Agotados los cartuchos, el elevador del cargador bloquea el obturador en la posición de atrás, indicando al tirador que el arma está descargada.
El cartucho
Creado en 1888 para pólvora negra, para el fusil Mauser de 1888. Diez años después apareció el mítico Mauser K98, ya adaptado a pólvoras modernas. El binomio arma-cartucho resultante rindió unos resultados excelentes. Inmediatamente fue adaptado por muchos ejércitos de todo el mundo (Checoslovaquia, Polonia, China, España…), sobreviviendo a las dos guerras mundiales. Sólo fue arrinconado por el advenimiento del fusil de asalto, aunque sigue siendo muy utilizado por cazadores de todo el mundo. También fue usado por gran variedad de armas automáticas, como las celebérrimas MG-34 y MG-42.
La bala original del modelo 1888 (I) es cilíndrico-ojival (de punta roma, como las del 7×57 español). Con el modelo 98 se pasó a la bala aerodinámica aguzada. Al tener ésta menos superfície de contacto con el cañón, se decidió aumentar el diámetro de la bala de 8.03 a 8.20 y aumentar en consonancia el diámetro del cañón entre campos aunque sin modificar el diámetro entre estrías.
El cartucho militar es desde entonces el modelo S o JS de 8.20 mm. Algunos rifles de caza muy antiguos no pueden disparar más que los cartuchos I, por lo que aún se construyen. En España se fabricaron también, pero sólo con balas de caza. Se le considera un calibre distinto del JS.
Conclusión
Robustez, fiabilidad y precisión eran sus características más importantes. Entró en servicio demasiado tarde, siendo superado por otros fusiles de asalto menos potentes pero más prácticos, preparados para cartuchos intermedios, con menor alcance, pero que provocaban un menor retroceso en el arma.
A pesar de sus buenas cualidades, este fusil ha tenido siempre una fama inferior a la del Garand M1 estadounidense, debido a la introducción del fusil de asalto Sturmgewehr 44 (Stg-44), también denominado MP-44 de calibre 8 Kurz, conceptualmente mucho más moderno y dotado de un mayor volumen de fuego, hecho que se produjo en el mismo período en el que el Gewehr 43 comenzaba a ser distribuido a la tropa.
En la posguerra, el fusil siguió estando en dotación en el ejército checoslovaco, que lo utilizaba como arma para los francotiradores.
Autor: Tokoto