Pequeña pistola española de la casa Llama en calibre 9mm corto (9X17mm). Este calibre era bastante popular en España durante los sesenta y setenta, y era el reglamentario en unidades policiales y algunas militares.
El calibre permitía una razonable potencia de fuego, pero con menos retroceso y peso tanto de la munición en sí, como del arma empleada comparado con el 9mm/P ahora estandarizado.
Las dimensiones de este «juguetito» son comedidas, 16cm de largo, 11 de alto y 3 de ancho, con un peso de unos 625 gramos descargada.
La pistola que se puso a mi disposición para esta prueba estaba en perfecto estado de uso, bien cuidada y limpia.
El empuñamiento es mejor cuanto más pequeña es la mano del tirador. No es un arma adecuada (ergonómicamente hablando) para un tirador de mano grande. Como está construida en acero, sin más lindezas, el peso es mayor que en armas más modernas de tamaño equivalente.
En el empuñamiento lo primero que se nota es el botón de presión del seguro de empuñamiento, que está ubicado en la parte posterior de la empuñadura y que si os fijáis en las fotos se aprecia perfectamente. Este botón pretende garantizar que salvo que el arma está siendo empuñada por el tirador, no se produzca el disparo (por ejemplo, por accidente en tareas de limpieza o por una caída)
Para actuar sobre la corredera, hay que tirar de ella hacia atrás, con lo que quedará montado el martillo percutor. Este arma es de simple acción, lo que significa que para realizar el primer disparo será necesario montar el martillo primero.
Para hacer retroceder la corredera el único elemento que tendremos que vigilar es el seguro manual de aleta ubicado en el lateral izquierdo de la pistola, porque si está elevado, encaja en un rebaje de la corredera y la bloquea impidiendo su movimiento.
Una vez que la corredera avance de nuevo por acción del muelle recuperador, recogerá el primer cartucho del cargador introduciéndolo en la recámara y quedando desde ese momento lista para abrir fuego.
Podemos mantener el arma abierta con la corredera atrasada actuando manualmente sobre la aleta de retenida, que encaja en otro rebaje de la corredera hecho a propósito.
Para la extracción del cargador sólo tenemos que pulsar el botón existente tras el guardamonte en el lado izquierdo del arma. El cargador tiene capacidad para siete cartuchos
Los cartuchos del 9 corto son fácilmente reconocibles. A mí particularmente me gusta mucho este calibre, más que el 9 parabellum, y creo sinceramente que este calibre tiene suficiente poder de parada y suficientes ventajas como para hacerlo el ideal en tareas de defensa personal o seguridad ciudadana. El ahorro de peso, materiales, tamaño del arma que dispare esta munición y de costes, son evidentes. No obstante, desde un punto de vista militar, el calibre es insuficiente por falta de potencia que afecta a capacidad de penetración y alcance.
De hecho, conozco varios tiradores que de cara a la precisión prefieren armas de este calibre a otras más potentes.
El arma que se puso a mi disposición para este artículo estaba en perfecto estado de conservación y limpieza a pesar de los años. El pavonado en buen estado y el resto de piezas igual. Todo el arma está confeccionada en acero (salvo las cachas) por lo que a pesar de su contenido tamaño, pesa más que las equivalentes actuales (por dimensiones).
El desmontaje de este arma es complicado la primera vez. Dispone de aleta o pasador de retenida como es habitual en pistolas de esta época, pero también es desmontable la tapa anterior del arma, delante del cañón y muelle recuperador.
Estos son los pasos que yo sigo para desmontarla:
– Primero extraigo el cargador.
– Retraso la corredera hasta un punto donde pueda presionar por el lador derecho del arma el vástago de la aleta de retenida y extraerla por el lado opuesto.
– Desde ese momento pueden separarse corredera y armazón.
– Dentro de la corredera estará alojado el cañón y debajo de éste, el muelle recuperador.
El problema con esta pistola (al que simplemente hay que acostumbrarse) es que el muelle y su vástago son independientes y completamente desmontables por separado. Así mismo, el cañón no tiene ojales fijos sino que el ojal es un aro metálico abisagrado que gira hacia delante o hacia atrás para permitir el accionamiento del sistema Browning-Colt (cañón bascula y desciende a cada disparo o accionamiento de la corredera).
Pero el problema, no está en el desmontaje, sino en el montaje. Deberemos tener cuidado de colocar en su posición el muelle y su vástago y el ojal del cañón en posición adelantada que permita volver a introducir el pasador de la aleta de retenida.
Tengo entendido que este arma también permite el desmontaje actuando sobre la tapa del cañón y muelle recuperador, pero yo he conseguido montar y desmontar el arma sin necesidad de ello.
No he disparado con esta pistola concreta, pero sí con otra similar del mismo calibre y mi experiencia es muy positiva. Me gusta el 9 corto. El único inconveniente de este arma es la posibilidad de actuar sólo en simple acción, lo que obliga a montar el arma o al menos el martillo (si llevamos cartucho en recámara) para poder disparar la primera vez. Esto resta flexibilidad al arma y en caso de defensa personal, ralentiza el tiempo de respuesta.
La mira y alza son fijas, sin posibles ajustes.
Mi conclusión: es un arma recomendable y además muy barata. Puede obtenerse por poco dinero o incluso en las subastas de la Guardia Civil y hay abundante cantidad de ellas en el mercado. Una buena compra.
Características técnicas de la Pistola Llama 380
- Calibre: 9mm corto (9X17mm)
- Peso: 625 gramos
- Cañón: de dos pulgadas y media, estriado a derechas.
- Longitud: 160mm
- Altura: 110mm
- Anchura: 30mm
- Distancia entre miras: 110mm
- Cargador: 7 cartuchos
- Seguro manual: de aleta bloqueando la corredera y el disparo
- Seguros automáticos: de acerrojamiento incompleto (impide el disparo si la corredera no está completamente cerrada), de caída (martillo), de empuñamiento (mediante presión al empuñar el arma en la parte posterior del pistolete).
Autor: Wilhelm Heidkamp