Sin dudas se trata del más importante político británico del siglo XX, conocido principalmente por el valor transmitido en su mandato como primer ministro durante la II Guerra Mundial.
Churchill, nacido el 30 de noviembre de 1874 , era el hijo mayor de lord Randolph Churchill y de la estadounidense Jennie Jerome. Se graduó en el Royal Military College (Sandhurst), pero, después de haber servido en la India y Sudán, solicitó la excedencia de caballería en 1899, para ir de corresponsal a la Guerra bóer . Se convirtió en héroe nacional al protagonizar una arriesgada fuga tras haber sido capturado.
En 1900 fue elegido diputado y perteneció al Partido Conservador hasta 1904, año en el que se unió al Partido Liberal. En 1908 fue nombrado ministro de Comercio del gabinete liberal de Herbert Henry Asquith. Posteriormente fue nombrado ministro del Interior (1910-1911) y trabajó en estrecha colaboración con David Lloyd George para implantar determinadas reformas sociales. Como primer lord del Almirantazgo,(1911-1915), Churchill llevó a cabo importantes cambios para modernizar la Armada. El papel desempeñado por Churchill durante la I Guerra Mundial fue tan polémico, que casi arruinó su carrera política. Los problemas en la Armada y su apoyo a la trágica campaña de Gallípoli le obligaron a presentar su dimisión del Almirantazgo.
Después de servir como comandante de batallón en Francia, se unió al gobierno de coalición de Lloyd George y desde 1917 hasta 1922 ocupó varios cargos importantes, como fueron el de ministro de Municiones y ministro de Guerra. El fracaso de Lloyd George y del Partido Liberal en 1922 apartaron a Churchill del Parlamento desde 1922 hasta 1924. Regresó en 1924 como ministro de Hacienda del gabinete conservador de Baldwin (1924-1929). En este periodo demostró su talante conservador al volver a introducir en Gran Bretaña el sistema del patrón oro y condenar enérgicamente el papel de los sindicatos en la huelga general de 1926. Durante los años de la depresión (1929 -1939), no le ofrecieron ningún cargo en el gobierno. Baldwin (y posteriormente Neville Chamberlain, quien controló la política nacional desde 1931 hasta 1940) no estaban de acuerdo con su oposición al establecimiento de un gobierno autónomo en la India ni con su apoyo a Eduardo VIII en su decisión de abdicar de 1936.
Su insistencia en la necesidad de rearmar al ejército y su censura a la política de apaciguamiento de Chamberlain hacia Hitler en Munich en 1938 también levantaron ciertos recelos. Sin embargo, cuando Gran Bretaña declaró la guerra a Alemania en septiembre de 1939, se apreció finalmente la visión de Churchill y la opinión pública empezó a reclamar su retorno al Almirantazgo. Churchill sucedió a Chamberlain como primer ministro el 10 de mayo de 1940. Durante los difíciles días de la II Guerra Mundial —Dunkerque, la caída de Francia y el bombardeo alemán de Gran Bretaña (blitz)— la combatividad de Churchill y sus enfervorizados discursos infundieron ánimo a los británicos para continuar la lucha. Alentó a sus compatriotas a comportarse de manera que, “si el Imperio británico y la Commonwealth existen dentro de mil años, la humanidad siga diciendo: ‘Éste fue su gran momento’”. Gracias a la fructífera colaboración con el presidente Franklin D. Roosevelt, Churchill consiguió ayuda militar y el apoyo moral de Estados Unidos. Una vez que la Unión Soviética y Estados Unidos entraron en la guerra en 1941, Churchill estableció estrechos lazos con los líderes de lo que él denominó la “Gran Alianza”. Viajó incesantemente durante los años que duró la guerra para coordinar la estrategia militar.
Asimismo, en las reuniones que mantuvo con Roosevelt y Stalin, entre las que destaca la Conferencia de Yalta de 1945, se configuró el mapa de la Europa de la posguerra. En 1945 era un personaje admirado en todo el mundo, con lo que su gran reputación camuflaba el hecho de que el papel militar desempeñado por Gran Bretaña durante la contienda hubiera acabado siendo secundario. No obstante, al hacer caso omiso de las demandas populares de reforma social durante la posguerra, Churchill fue derrotado por el Partido Laborista en las elecciones de 1945. Churchill criticó las reformas del “estado del bienestar” realizadas por el gobierno laborista de su sucesor, Clement Attlee. También advirtió del peligro que representaba la expansión soviética en su discurso ‘El telón de acero’, ofrecido en Fulton (Missouri) en 1946. Volvió a ser primer ministro desde 1951 hasta 1955, pero, en esta ocasión, tanto su edad como los problemas de salud le impidieron imprimir dinamismo a su mandato. Tras dimitir en 1955, Churchill se dedicó a la pintura y a la literatura durante sus últimos años. Falleció el 24 de enero de 1965 a la edad de noventa años. Churchill fue también un notable historiador. Entre sus obras más famosas se encuentran La II Guerra Mundial (6 volúmenes, 1948-1953) y Historia de los pueblos de habla inglesa (4 volúmenes, 1956-1958) y, sobre todo, sus Memorias Churchill (6 volúmenes, 1948-1954). En 1953 recibió el Premio Nobel de Literatura y se le concedió el título de sir.
Winston Churchill fue un estadista completo.Habilidoso político durante los períodos de paz y gran estratega durante los tiempos de guerra.Su visión de los hechos se anticipaba a la de los hombres de su tiempo y esa virtud le permitía obtener grandes ventajas.A Mussolini, de quien fue amigo, lo utilizó diabólicamente como nexo entre la Alemania nazi y el mundo occidental.La importancia estratégica que tuvo Malta durante la guerra, sólo él pudo adivinarla, con consecuencias nefastas para el Eje.Hombre de enorme voluntad, se la contagió a su pueblo cuando ya nadie creía en Inglaterra.Sir Winston Churchill fue una combinación perfecta de intuición política, genio militar y motivador de masas.Inglaterra tuvo el privilegio de verlo nacer y gobernar en sus tierras.